Los hermanos Nacho y Javier Campillo formaron a finales de la década de los 80 del pasado siglo uno de los grupos de pop rock más singulares de la escena nacional al apostar por un sonido de claras reminiscencias anglosajonas: Tam Tam Go! Más de tres décadas después, y con varios cambios en la formación, el conjunto sigue en la brecha, como lo demuestra el éxito de su gira After 30 con la que regresaron a los escenarios tras una década de parón. Y ahora, en 2024, vuelven a emprender la carretera con un nuevo tour titulado Puente de plata en el que darán a conocer el que será su nuevo álbum.
El 15 de marzo, a las 20.00 horas, actúan en La Bohemia, en Castelló. Por tal motivo, toca hablar con Nacho Campillo.
Venís a Castelló inmersos en vuestra nueva gira ‘Puente de plata’. ¿Qué supone este ‘tour’ con el que encaráis la publicación de vuestro nuevo trabajo discográfico?
Hace un par de años retomamos la actividad como Tam Tam Go! con un recopilatorio titulado After 30. Con él, celebramos más de 30 años de carrera y fue un proyecto en el que nos apetecía colaborar con diferentes como Mikel Izal, Nina de Juan, Andrés Suárez, Coti, Mikel Erentxun… Hicimos ese álbum para «rescatar» los temas clásicos de la banda y actualizándolos. Fue ahí cuando empezamos a perfilar la idea de grabar nuevas canciones. La idea es sacar el álbum a finales de verano o así.
En cuanto al título de la gira, Puente de plata, responde a una de nuestras últimas canciones, con la que abrimos un nuevo camino. Digamos que sirve de puente entre lo anterior, nuestro pasado, y el presente y futuro, entre lo que es historia y la historia que se puede seguir escribiendo.
Desde vuestros inicios, habéis publicado temas que forman parte ya de un imaginario colectivo. Luego vino ese parón de diez años.
Ese parón fue un poco intencionado porque fui padre y además quise sacar algunos trabajos en solitario. No obstante, sí hicimos algún concierto esporádico, aunque la idea de volvernos a juntar vino tras la pandemia. Fue entonces cuando empezamos a escribir las canciones y compartir pareceres, hasta ese After 30 de 2022, tras el cual, como te decía antes, quisimos hacer algo nuevo. Estamos en un buen momento porque están saliendo canciones increíbles. No hemos perdido el duende.
undefined
Es interesante esa manera de reescribir lo que ha sido Tam Tam Go!, refrescar varias de vuestras canciones para dárselas a conocer a las nuevas generaciones.
Sí. Es un ejercicio que yo se lo recomendaría a muchos artistas. Hay gente que no lo tiene presente, que odia hacer eso, pero a mí me parece muy terapéutico el hecho de «rescatar» canciones del pasado y actualizarlas. Decir: «voy a hacer una versión de este tema, una canción del 87, a ver qué pasa». Así, te reúnes con la banda y de pronto sale otra cosa, aunque la canción sigue ahí en espíritu, la esencia está ahí, pero con un aire fresco.
Es curioso ver en distintas plataformas cómo jóvenes, y no tan jóvenes, artistas hacen ‘covers’ (versiones) de otros cantantes y grupos, reactualizando canciones. En vuestro caso, podría decirse que habéis sido vosotros mismos los que os habéis renovado pero manteniendo la esencia.
Tam Tam Go! es un grupo que no ha tenido nunca un tributo, porque creo que somos un grupo difícil de tributar. Muchos grupos de nuestra época, anteriores y posteriores también, tienen a diferentes orquestas y bandas que les rinden homenaje, pero nosotros no. Creo que eso es así porque nuestras canciones quizá sean algo más complicadas, no lo sé. Por otro lado, puede que sea porque nosotros nunca nos hemos ido del todo. Somos un poco como el río Guadiana, que aparece, desaparecer, pero siempre está ahí.
undefined
Aunque no quisiera que desvelaras mucho acerca del concierto que ofreceréis en Castelló… ¿Qué puede esperar el público de aquí que acuda a La Bohemia?
Nosotros intentamos que cada concierto sea único y muy especial. Siempre montamos algo diferente, aunque toquemos nuestros temas más clásicos, nuestros hits, donde la gente se lo pasa muy bien. Sin embargo, siempre hacemos algo más novedoso, ofrecemos algunas píldoras para que el público disfrute, porque nosotros hacemos música para disfrutar. La música tiene que ser activa, que fluya. En la música no cabe el tedio y el aburrimiento. De hecho, cada vez que canto Espalda mojada o cualquier canción de las clásicas me suena diferente. Disfrutamos al 100% de cada concierto y creo que lo transmitimos en el directo.
Uno de los aspectos fundamentales para todo músico, además de «encerrarse» en el estudio de grabación (que es un ejercicio creativo muy provechoso), es ese contacto directo con el público.
Efectivamente. Y eso que yo disfruto en todos los ámbitos. De hecho tengo un estudio en Madrid hace más de 20 años y me encanta estar ahí, como si fuera una biblioteca, mirar mis archivos, tocar y ver posibilidades. Pero, como dices, el directo es como la culminación de todo ese proceso creativo. Te abres al mundo, y eso es algo sagrado, maravilloso. La comunión con la gente es precioso, una experiencia inigualable que todo el mundo debería vivir en algún momento de su vida. Además, en el directo no hay truco alguno. Somos muy de tocar las canciones de forma orgánica, muy directa.